Reseña Histórica

El 13 de noviembre de 1943 las Religiosas del Apostolado del Sagrado Corazón, hicieron su entrada al pueblo de Dajabón por la carretera internacional en proceso de construcción.  Por esta vía, y bajo un sol ardiente, fueron recibidas por el pueblo, las autoridades civiles y militares, quienes les dieron la bienvenida. Luego, acompañadas por la Banda de Música, entraron a la Iglesia Parroquial Nuestra Señora del Rosario, donde se cantó un “Te Deum” en Acción de Gracias al Señor que les enviaba estas Religiosas al pueblo. Así se cumplía la esperanza del Padre Valentín Salinero S.J. de que sus Religiosas Apostolinas fueran a aquellos lugares donde nadie quería ir.

Resulta casi imposible narrar las dificultades que encontraron las Religiosas al comienzo de su misión en la frontera, pero de seguro nunca olvidarán sus baños en el Masacre y los burritos en que se desplazaban a diario para repartir agua a la población.

Años más tarde los Obispos Dominicanos manifestaron la conveniencia de que se fundaran más colegios católicos en el país, principalmente en la capital. Esta idea fue vista con mucho agrado por las Religiosas Apostolinas, sobre todo por las Hermanas que vivían en Dajabón, ya que de esta manera se sentirían más apoyadas con otra comunidad de Religiosas en el país.

Así, luego de muchos diálogos, cuestionamientos e ilusiones, el Colegio de Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús abrió sus puertas a la Sociedad Dominicana el 15 de Septiembre del año 1951, con una matrícula de 110 alumnos, impartiendo docencia hasta el quinto grado de la educación básica, en su primera sede ubicada en la Calle César Nicolás Penson #50 de la entonces Ciudad Trujillo.

En sus inicios el Colegio ofreció internado y semi-internado mixto. En el año 1961 se tomó la decisión de no continuar con la modalidad de internado y semi-internado, considerando la importancia primordial del compartir familiar en la educación de los niños y jóvenes.   Dos años después, tomando en cuenta las consideraciones de la Iglesia Católica de ofrecer educación separando los sexos, el Colegio decidió ofrecer educación para la población femenina.

Desde sus inicios, el Colegio tuvo buena acogida por su misión educativa comprometida con la excelencia en los valores humanos y cristianos, por lo cual en los años siguientes fue necesario alquilar tres casas más para llevar la enseñanza hasta el octavo grado del nivel básico.     Funcionar en cuatro locales traía ciertas dificultades que era necesario superar para continuar ofreciendo una educación de calidad, por lo cual se consideró la urgencia de construir un edificio adecuado a las necesidades de la creciente población estudiantil.  Se pidió un préstamo al Banco Agrícola y, en el año 1959, se concluyó la construcción del edificio que actualmente nos alberga, ubicado en la Avenida Bolívar #165.   Un segundo edificio fue construido dentro del mismo solar, habilitándose para funcionar en el año escolar 1994-95.

Con el paso del tiempo, en una sociedad con nuevos paradigmas y desafíos, se evaluó el proceso llevado a cabo, se reconsideró la idea de ofrecer educación mixta y nuevamente en el año 1986 el Colegio del Apostolado abrió sus puertas a la población estudiantil masculina.  Así, la primera graduación, de 7 bachilleres, tuvo lugar con la promoción del año escolar 1957-58, y la primera graduación mixta, de 52 bachilleres, se realizó con los jóvenes de la promoción 1997-98.

En el año 2001 celebramos el 50 aniversario. Este fue un año de intensa renovación en el Carisma que nos anima y en la llamada a ser un colegio donde se expande el amor al Corazón de Jesús y la configuración con sus sentimientos.

Este año 2016 celebramos el 65 aniversario de fundación de nuestro colegio. En esta nueva etapa se destaca la revisión de nuestra propuesta educativa, la implementación de novedosas estrategias pedagógicas y el desarrollo profesional de nuestros docentes.

Damos gracias a Dios por estos años de vida y servicio, en el que hemos entregado a la sociedad dominicana 2.900 egresados, y queremos seguir creciendo como una Comunidad Educativa que responda a las necesidades nacionales y globales, y comprometida con la construcción de un mundo mejor, donde podamos ver cumplido el lema que nos dejó nuestro Padre Fundador: “VENGA A NOSOTROS TU REINO”, un Reino de amor, justicia y fraternidad.