Con motivo a la conmemoración del natalicio de Juan Pablo Duarte, los jóvenes de media, realizaron diversas presentaciones para honrar la memoria del prócer. Iniciamos la mañana con la debida oración, seguido de la izada de la bandera. La Profesora María Elena Zapata nos deleitó con una hermosa reflexión que recordó el espíritu misericordioso que demostró Juan Pablo Duarte.

La joven Mariangel Polanco de 1ero de medio, nos invitó a mantener vivo el ideario de Juan Pablo Duarte, a través del ensayo escrito por la joven Daniela Guilbee, el cual se detalla a continuación:

Hoy en día, la sociedad dominicana tiene una misión. Una misión que ha estado esperando a ser cumplida desde aquel 27 de febrero de 1844, aquella misión es la simple tarea de ser Quisqueyanos valientes. Una misión dejada por Duarte, quien dio su vida por la soberanía nacional, y lo único que espero a cambio fue que ese amor a la patria que ardía en su pecho, ardiera en todos los corazones de infinitas generaciones de orgullosos dominicanos, que cada vez que se ondee la bandera, sea un símbolo nacional de respeto y amor, no solo un protocolo diario. Que cuando se cante el himno no solo cantemos las palabras que recordamos de este al ritmo de la música, si no, que se internalice cada  una de las estrofas, de las letras, de las palabras, que nos impregnemos el mensaje que nos dejan, que nos sintamos parte de la historia que se cuenta y que esta nos inspire a por lo menos tratar de igualarnos a la condecoración a la patria realizada por Duarte, en nuestro actuar del día a día.

Volvamos a la parte en la que debemos ser Quisqueyanos valientes. ¿A qué me refiero con esto? Me refiero a que no debemos tener miedo de demostrar el amor a la patria, el cual se puede enseñar de diferentes maneras: desde la simple acción de recoger una basura tirada en el suelo, cuidando el país en el que nuestra identidad dominicana es representada hacia los turistas o a los mismos ciudadanos, o hasta la acción más dedicada como dedicarse a enseñar  voluntariamente a personas analfabetas a leer.  No debemos temer del terminar cansados o del agotar nuestras energías cuando se trata de hacer un acto honorable. No debemos temer al ser juzgados si se quiere manifestar el orgullo dominicano en el diario vivir. Debemos ser valientes, como lo fueron los patriotas que dieron hasta su último aliento para abrirnos paso a un camino de prosperidad autónoma e independiente como nación soberana, lo único que se nos pide a cambio es caminar por este sendero ya forjado, caminar orgullosos, una tarea fácil cuando se siente la iniciativa y el verdadero patriotismo en el alma, más difícil es caminar sin burlarnos ni patear todo lo que ha sido construido para los que no apreciamos que antes no teníamos un camino propio, solo seguíamos el camino ya escrito para nosotros por una nación extranjera: Haití. Ahora, se nos está dando la oportunidad de escribir nuestro destino, de juntos, como pueblo, direccionar a la Republica Dominicana a una época de florecimiento o fallecimiento. Decidan ustedes ¿A qué dirección quieren llevar a nuestro país?

No hay frase más acertada que “los jóvenes somos la generación del futuro” y pues, en nuestras manos depende ser los que dibujemos nuestro mapa y todos juntos caminemos y nos abramos paso a un mejor mañana para la república, porque mientras nos quejamos de que lo que se necesita es un cambio de administración política, de maneja miento económico o de estabilidad social, en verdad lo que realmente se necesita es un cambio de pensamiento, porque créanme, que cuando todas las acciones que tomemos tanto el presidente, como los ciudadanos civiles, los diputados funcionarios, militares, etc.. Estén cimentadas en nuestra esperanza de un país fundamentado  en los resultados de nuestras acciones con base patrióticas, poco a poco se llegara al triunfo en todos los ámbitos.

Mientras que 4to de media, conmovió a la audiencia, con la biografía de Duarte, presentada por el joven Miguel Emilio De los Santos y el análisis a su himno, realizado mediante una dramatización a cargo de las jóvenes Gabriela Ramírez y Emé María Garabito.