El martes 5 de Noviembre, se dio inicio a la Semana Mayor Apostolina, poniendo en la presencia de Dios los frutos que, como semillas sembrara el Padre Valentín Salinero.

Como servidor fiel de Jesús, Valentín Salinero quiso continuar, a través de su acción misionera en Cuba, su obra de amor y entrega a los más necesitados, especialmente a aquellos que por su falta de educación y de fe, así como de lo mínimo para subsistir económicamente, ignoraban las maravillas que Dios había creado y tenía para ellos.

Partiendo de ese ejemplo, hoy las Religiosas del Apostolado y un grupo de seglares, que han escuchado el llamado de Dios a su servicio, continúan felizmente esa labor iniciada por el Padre Salinero. Es por ello, que ha tenido lugar esta eucaristía conmemorando el Centenario de su muerte y celebrando su paso por el mundo.

La eucaristía ha sido presidida por el Padre Eugenio Rivas, de la Compañía de Jesús, quien con mucho cariño y gran alegría destacó las obras de Salinero y nos invitó a seguir sus huellas, destacando que el trabajo es mucho y los obreros aún somos pocos.

La familia Apostolina participó de manera activa y con mucho regocijo. Las jóvenes de tercer año de media prepararon una danza con la canción Jesús Estoy Aquí, la cual se realizó en el momento del ofertorio, como una muestra de entrega a la labor que Dios nos ha encomendado como misioneros.