Peregrinar no es fácil, pues no sabes que vas a encontrar por el camino o que te va a faltar en cierto momento de este, sin embargo peregrinar es una aventura de vivir lo inesperado.

Pero nuestro peregrinar fue una aventura fundamentada en Cristo porque fue un caminar para encontrarlo durante las tres experiencias vividas en este verano. Pero encontrarlo dónde y cómo; pues lo encontramos en la oración y la fe compartida en comunidad con jóvenes y personas de todo el mundo, en donde no hay divisiones, ese lugar es Taizé. Lo encontramos en el amor, la unidad y los detalles que recibimos de las familias que nos acogieron en Varsovia, y finalmente lo encontramos en Cracovia en la celebración de la Eucaristía, en los cantos y en las fiestas de jóvenes de todo el mundo, con los que compartimos una misma fe, lo encontramos en una sonrisa, en el intercambio de objetos típicos, en los saludos, en la mirada transparente de los voluntarios y en la sencillez y ayuda que recibimos del pueblo Polaco, que nos dio una gran lección de fe, esperanza, amor, acogida y servicio desinteresado.

Por otra parte la visita a Auschwizt, nos mostró que debemos evitar a toda costa que se repitan estás atrocidades, desde nuestro diario vivir debemos acoger, respetar y amar al otro como es.

Finalmente nuestro peregrinar lleno de alegrías, pero en el que no faltaron las dificultades propias del camino, llego a su momento culmen, la vigilia y las palabras alentadoras del papa Francisco: “No tengáis miedo de decirle «sí» con toda la fuerza del corazón, de responder con generosidad, de seguirlo. No os dejéis anestesiar el alma, sino aspirad a la meta del amor hermoso, que exige también renuncia, y un «no» fuerte al doping del éxito a cualquier precio y a la droga de pensar sólo en sí mismo y en la propia comodidad.» Hoy lo vivido es un compromiso de vida para seguir dando lo mejor y continuar de la mano de Dios en esta aventura de la fe, con un corazón dispuesto a dar lo mejor, para dar a conocer el amor de Jesús con nuestro propio corazón.

Agradecemos a todos aquellos que hicieron posible esta bella experiencia…